viernes, 26 de octubre de 2012

Frialdad



No caerían lágrimas de sus ojos ni verías un rasgo de tristeza alterando su hermoso rostro.
A menudo cuestionaba qué escondía detrás de su sonrisa.
A menudo imaginaba muros que la rodeaban; una simple sonrisa, una simple imagen de bienestar.
A menudo la llamaba cobarde, ocultando su persona entre cuatro paredes, encerrando lo más débil de su alma. Impidiendo ser odiada, impidiendo también, ser amada
A menudo envidiaba la persona que fingía ser. Sonreía sin un muro y entre cuatro paredes, aparentemente aislada, se encontraba lo más débil de su alma.
Siempre era más fácil sonreír.

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